Qué son los valores y cómo inculcarlos a los niños

Nos preguntamos muchas veces por qué es importante y necesario que eduquemos a nuestros hijos a través de los valores. Educar a nuestros hijos para que aprendan conductas y comportamientos les ayudará a convivir de mejor manera y a sentirse bien en el ambiente en que se encuentren. Valores como la amistad, la comprensión, la tolerancia, la paciencia, la solidaridad y el respeto, son esenciales para un sano desarrollo de los niños.

Qué son los valores y cómo transmitirlos a los niños

valores para niños

Un niño que conoce el límite del otro, podrá vivir una vida sana y saludable, sea en su entorno familiar o escolar. Un niño que sabe respetar a los demás, será más fácilmente respetado, y así con todo. Pero, ¿Qué son los valores y cómo contribuyen para un desarrollo sano de los niños?

Los valores son definidos por los diccionarios como una cualidad o un conjunto de cualidades por los que una persona o cosa es apreciada o bien considerada. Los valores son las reglas de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto.

Al nacer, los niños no son ni buenos ni malos. Con la ayuda y orientación de sus padres, educadores y de los que conviven con ellos, aprenderán lo que está bien y lo que está mal decir, hacer, actuar, vivir… Sin embargo, es necesario que recordemos que los niños no solo aprenden lo que les enseñan en la práctica sino especialmente del ejemplo que les dan.

El ejemplo que dan sus padres en su forma de relacionarse con los demás, de pedir las cosas, de compartir mesa, asiento, de cooperar, de ayudar a los demás, de defender, de reclamar, de tolerar y aceptar. Si los padres no tienen paciencia con los hijos, ¿qué creen que ellos van a aprender? La responsabilidad que tienen los padres en la transmisión de los valores a sus hijos es crucial.

Pero, ¿cómo educar a los hijos en valores? Primero, conociendo cada uno de los valores. Guía Infantil hizo una selección de los principales valores para que los padres hagan un repaso y luego se los enseñen en el día a día a sus hijos, y con ejemplos.

Listado de 32 valores para enseñar y fomentar en los niños

valores que no pueden faltar en la educación de los niños

Es esencial que los niños aprendan con los valores desde la edad más temprana. A través de los diversos valores, ellos adquirirán principios, virtudes o cualidades, de gran importancia para su bienestar, el de su familia, amigos, etc. Aquí tienes un listado de 32 valores que deben aprender los niños de sus padres y educadores.

1. El valor de la EMPATÍA para niños
Con este valor los niños aprenderán a ponerse en el lugar de otras personas, y con eso sentirán lo que pueden estar sintiendo y necesitando, por ejemplo. La empatía les ayudar a respetar las opiniones de los demás.

2. Cómo educar a los niños en la AMABILIDAD
Ser amable es ser afectuoso, gentil, cortés, agradable, servicial, afable, atento y prestativo a los demás. La amabilidad es un valor que se basa en el respeto y benevolencia en la forma con la que nos relacionamos con el otro. Por ello, es un valor que nos libera de situaciones de conflicto en la familia y con amigos.

3. El valor de la PACIENCIA para niños
Se trata de uno de los valores que más nos cuesta aprender y enseñar a los hijos. La paciencia se aprende con el ejemplo de los padres y maestros. Es el valor que nos lleva a soportar contratiempos y contrariedades, a enfrentarse a los problemas, adversidades y dificultades con fortaleza, sin quejas. ¿Será que consiguen aprender?

4. El valor del RESPETO a la diversidad, al bien común…
El respeto es un valor básico y esencial que los niños deben aprender para convivir bien en sociedad. Ser respetuoso es considerar la opinión, la forma de ser, la raza y el color, las creencias de los demás. El respeto es un valor universal que también debe ser aplicado a la naturaleza enseñando a los niños a respetar el medio ambiente que compartimos con otros.

La gratitud es el valor que ayuda a los niños a reconocer lo que tienen

 

  • 5. El valor de la gratitud
  • 5. El valor de la gratitud
  • 6. El valor de la tolerancia
  • 6. El valor de la tolerancia
  • 7. El valor de colaboración
  • 7. El valor de colaboración

 

8. Cómo enseñar la RESPONSABILIDAD a los niños
El valor de la responsabilidad está relacionado con el deber y el compromiso. Ser responsable ayuda a los niños a entender su lugar en la familia, en la escuela, en su grupo de amigos. Fomenta el sentido de pertenencia y de deber cumplido.

9. Cómo enseñar el PERDÓN a los niños
Enseñar a los niños a perdonar no es una tarea fácil pero con tu ejemplo seguro que ellos entenderán y practicarán este gran valor. El perdón enseñará a los niños a reconocer sus propios errores y los del los demás, a ser humildes y saber que todos nos equivocamos. Aprenderán que cuando perdonamos a alguien, estaremos nos liberando del resentimiento, de la ira y de la tristeza.

10. Por qué enseñar la COMPRENSIÓN a los niños
¿Qué es ser comprensivo y por qué los niños deben aprender a serlo? La comprensión es un valor, una actitud que les brinda el entendimiento de las cosas. Ser comprensivos es mostrarse tolerantes frente a cualquier situación. La comprensión permite a los niños a entender mejor las reacciones emocionales, así como las conductas de los demás.

11. El gran valor de la GENEROSIDAD para niños
Parece difícil enseñar a los niños a compartir. Sin embargo, cuando tus hijos se niegan a compartir debes asumir al 100 por ciento esta actitud ya que eres responsable de enseñar con tu ejemplo este gran valor a ellos. La generosidad es la actitud de ser útil, dadivoso, desprendido de sus cosas. Es importante que los niños aprendan a ser generosos porque eso les permitirá ser un adulto comprometido con las necesidades de los demás.

12. Cómo enseñar a los niños el valor de la SOLIDARIDAD
¿Qué es ser solidario? Ser solidario es tener conciencia de que no están solos y que hay gente que necesita de tu contribución y colaboración para su bienestar. El valor de la solidaridad debe ser enseñado y fomentado en la familia y en la escuela, ya que permite a los niños a convivir positivamente con los demás y a desarrollar habilidades sociales y emocionales.

La amistad es un valor importante para la autoestima de los niños

 

  • 13. El valor de la honestidad
  • 13. El valor de la honestidad
  • 14. El valor de la sinceridad
  • 14. El valor de la sinceridad
  • 15. El valor de la amistad
  • 15. El valor de la amistad

 

16. Por qué enseñar la HUMILDAD a los niños
La humildad es un valor que implica ser respetuoso con los demás. Un niño humilde tiene conciencia de que no sabe todo y que tiene mucho todavía que aprender. Es un niño que no infravalora a nadie ni se considera superior a nadie. Así que es un valor muy importante en la educación de los niños.

17. La PRUDENCIA o precaución para niños
Es necesario enseñar a los niños a ser prudentes para evitar accidentes, malos pasos, situaciones peligrosas y todo lo que represente un mal para ellos. La prudencia es un valor que ayudará a los niños a conducirse en la vida con sentido común, con cierta mesura y precaución. Les ayudará a razonar, reflexionar y a ser cautelosos con sus palabras, acciones y conductas.

18. El valor de la PERSEVERANCIA para niños
La perseverancia es un esfuerzo continuo, supone alcanzar lo que se propone y buscar soluciones a las dificultades que puedan surgir, un valor fundamental en la vida para obtener un resultado concreto. Con el valor de la perseverancia los niños se fortalecen y no se dejan llevar por lo fácil y cómodo. Un valor que les brindará de estabilidad, confianza en sí mismos y madurez.

19. Los niños y el valor del COMPROMISO
Este es un valor importante si queremos que nuestros hijos tengan éxito en la vida. El valor del compromiso enseña a los niños a ser determinados y responsables. El compromiso exige decisiones y cumplimiento.

20. Qué es el valor de la COMPASIÓN
La compasión es un valor que debe ser enseñado a los niños para que sean más humanos frente a las adversidades de los demás. Les hace más sensibles y a sentir lástima hacia los demás. Es necesario enseñarles a ser compasivos ante la enfermedad, las penurias y las desgracias de los demás.

El esfuerzo es el valor y la chispa a fomentar en los niños

 

  • 21. El valor del esfuerzo para niños
  • 21. El valor del esfuerzo para niños
  • 22. El valor de la lealtad para niños
  • 22. El valor de la lealtad para niños
  • 23. El valor de coherencia para niños
  • 23. El valor de coherencia para niños

 

24. El valor de la PIEDAD para niños
La piedad es uno de los valores recomendados para la educación de los niños. Este valor consiste en estar al lado de quien necesita apoyo, en querer ayudar a otra persona a solucionar sus problemas. Al educar a los niños con el valor de la piedad, se les enseña el respeto al prójimo o al ajeno.

25. Por qué los niños deben aprender la FIDELIDAD
Este gran valor de la Fidelidad se refiere a la capacidad de cumplir con lo prometido y no engañar ni traicionar al otro, en todos los ámbitos de la vida. Enseñar a los niños a que sean fieles les ayudará a crear relaciones saludables con la familia y amigos. Ser fiel a sí mismo también es importante. Fiel a la educación que recibe, a sus princípios, a sus deseos y metas.

26. La importancia de la PUNTUALIDAD para los niños
Este valor o virtud consiste en controlar el tiempo. Aprender la puntualidad es esencial para que los niños aprendan a evitar las distracciones y a enfocarse en las prioridades y compromisos. Los niños deben aprender que llegar puntual a la escuela es una forma de respeto a los maestros, alumnos y a sí mismos. La puntualidad favorece a los hábitos y rutinas.

27. El necesario valor del CORAJE para niños
El miedo, los peligros y las situaciones que no podemos controlar puede paralizarnos y quitarnos las fuerzas. Por eso, trabajar con los niños el valor del coraje es tan importante. El coraje es la capacidad que los niños deben aprender para poder hacer frente a las adversidades, a emociones como el miedo, la frustración, etc.

28. El valor del OPTIMISMO para niños
El optimismo es lo contrario del pesimismo. Al aprender este valor tan necesario para nuestro día a día, nos preparamos para encarar a todas las situaciones de forma más positiva. El optimismo ayudará a los niños a desarrollar una mayor resiliencia, a tener la capacidad de enfrentarse a las adversidades con confianza y determinación. Cuando ellos practican el optimismo se convierten en personas más resistentes, perseverantes y positivas.

La organización es un valor que facilita la vida de los niños

enseñar a los niños a ser organizados

29. El valor de la ORGANIZACIÓN u ORDEN para niños
El valor de la organización favorece y fortalece la capacidad de los niños de ordenar, de entender su mente, sus emociones y actitudes. Ser organizado es tener control sobre las cosas, sobre el tiempo, y tener un día a día mejor estruturado.

30. Cómo enseñar la OBEDIENCIA a los niños
La obediencia es un valor con el que los niños pueden aprender a colaborar y participar, a acatar normas y reglas, a integrarse. Obedecer no significa que los niños respondan inmediatamente a lo que los padres les piden. La obediencia les enseñará a escuchar a los demás, a tener en cuenta a otras personas y a no ser egocéntricos.

31. El poder de la CONFIANZA para los niños
La confianza es el valor que convierte a los niños en capaces de aprender con las circunstancias y los retos. Es importante que los niños conquisten la confianza en sí mismos para que puedan transmitirla a los demás. La confianza lleva a los niños a tener una actitud más positiva, más segura sobre cualquier situación.

32. El valor de la CARIDAD para los niños
Ser caritativo enseña a los niños a ser menos egoístas y a pensar más en los demás. Significa ser generoso y bondadoso. La caridad es un valor que puede fomentar en los niños la necesidad y el deseo de ser capaces de colaborar y ser solidarios. ¿Cómo explicar y ejemplificar este valor a tus hijos?

Cuidado infantil para niños mayores

Durante la segunda infancia, los niños necesitan supervisión. Debe haber un adulto responsable disponible para prepararlos y enviarlos a la escuela en la mañana y vigilarlos después de la escuela hasta que usted regrese a casa del trabajo. Incluso los niños que se acercan a la adolescencia, los niños de once y doce años, no deben llegar a una casa vacía por la tarde a menos que demuestren una madurez inusual para su edad.

La madurez es la clave aquí y es un criterio mucho más importante que la edad. Algunos adolescentes de catorce años aún necesitan supervisión; algunos adolescentes de doce años pueden tener la confianza de los padres para llegar a casa, hacer su tarea y cuidarse ellos mismos de manera responsable.

Al decidir si su hijo puede regresar al hogar a una casa vacía después de la escuela, tenga en cuenta lo siguiente: Los estudios han demostrado que los pre-adolescentes y los adolescentes que llegan a un hogar sin supervisión, llamados niños de las llaves, tienen más probabilidades de consumir alcohol y otras drogas ilegales. Un estudio de cinco mil alumnos del octavo grado (de doce y trece años de una variedad de antecedentes económicos y étnicos) concluyó que los niños que se cuidan de ellos mismos por once o más horas a la semana tenían el doble de probabilidad de consumir alcohol, fumar cigarrillos y utilizar marihuana que los niños que tenían supervisión.

Aunque estar presentes físicamente es la mejor manera de supervisar a un niño, algunas veces eso no es posible. Si no hay supervisión de un adulto alterno disponible, los padres deben hacer esfuerzos especiales para supervisar a sus hijos a distancia. Los niños deben tener un tiempo establecido en el que se espera que lleguen a casa y deben avisar a un vecino o a uno de los padres por teléfono. Los padres y los niños deben acordar una rutina regular para el niño que esté escrita y publicada en un lugar visible junto con los números de teléfono de emergencia. Dicho itinerario debe consistir de tomar una merienda, hacer la tarea, alimentar a las mascotas y poner la mesa para la comida. Algunos días tal vez el niño tenga una actividad después de la escuela o vaya a la casa de un amigo a jugar. Los padres deben saber siempre en dónde están sus hijos sin supervisión y qué están haciendo.

Al evaluar las opciones de cuidado infantil, determine si hay otros miembros de la familia que puedan manejar estas responsabilidades. Por ejemplo, ¿un abuelo u otro pariente vive cerca y él o ella están disponibles y dispuestos a ayudar? ¿Hay un adolescente responsable, quizás un hermano mayor, que pueda supervisar a su hijo por un par de horas hasta que usted llegue a casa?

Si elige un programa comercial para después de la escuela, consulte sobre la capacitación del personal. Debe haber una relación alta entre los niños y el personal, y las habitaciones y el área de juegos deben ser seguros.

Además hable con el personal de la escuela de su hijo y en el YMCA local sobre los programas para después de la escuela, los cuales están aumentando en número en muchas partes del país. Estos programas tienden a ser estructurados, ofrecen una variedad de actividades e incluyen tiempo para realizar tareas. Muchos tienen un precio razonable.

Si el costo es un factor importante, considere reunir recursos con los vecinos y contratar a una madre para que supervise a los niños de varias familias. O bien, organice una cooperación de varias familias en las que cada uno de los padres comparte el cuidado infantil después de la escuela de forma rotativa. Algunas compañías ofrecen ahora a sus empleados horarios flexibles, quizás para permitir que las madres y los padres empiecen a trabajar más temprano y puedan estar en casa a las tres de la tarde cuando sus hijos regresan de la escuela.

Algunos empleados se llevan el trabajo a casa, pasan sus últimas dos horas de trabajo en sus escritorios en casa. Los turnos de doce horas con cuatro días libres a la semana y el empleo de medio tiempo son otros patrones alternos de trabajo que algunos padres encuentran adecuados. Estas opciones pueden ser soluciones eficaces para el problema de cuidado infantil para los niños en edad escolar. Cada familia tiene sus propias necesidades y cada una debe buscar cuáles son sus mejores circunstancias.

El árbol mágico – Enseñar VALORES

Análisis del cuento El árbol Mágico (Tercero Primaria)

Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.

El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra, supercalifragilisticoespialidosotan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante, diciendo: «¡¡por favor, arbolito!!», y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: «sigue haciendo magia». Entonces el niño dijo «¡¡Gracias, arbolito!!», y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate.

El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que «por favor» y «gracias», son las palabras mágicas

¡Vamos a trabajar el cuento, ahora que aún está fresco!

Un minuto para pensar…

¿Has notado el efecto que expresiones como «por favor» y «gracias» provocan en la gente? ¿Te gusta? ¿Cómo lo describirías?

Una buena conversación

Comenta con tu hijo la alegría que se siente cuando la gente nos trata con buenos modales, y pídele que os recuerde a los adultos que los uséis también con él

¿Y si pasamos a la acción?

Para fomentar los buenos modales entre todos los de la familia, aplicad esta regla siempre y sin excepciones, y veréis como mejora el ambiente: TODO se pide POR FAVOR, y ¡¡CON UNA SONRISA!!

Acoso escolar: qué es y cómo ponerle fin

Ver a tus hijos sufrir el dolor físico y emocional del acoso o el ciberacoso es desolador.

Algunos padres no saben por dónde empezar para proteger a sus hijos del acoso y la violencia. Hay otros que no saben si sus hijos son víctimas, testigos o incluso los perpetradores de esos comportamientos dañinos.

Estos son algunos consejos sobre cómo iniciar una conversación con tus hijos:

 

¿Qué es el acoso?

Por lo general, el acoso puede identificarse a través de tres características: intención, repetición y poder. Un acosador tiene la intención de causar dolor, ya sea a través del daño físico o de palabras o comportamientos hirientes, y lo hace de manera repetida. Los niños tienen más probabilidades de ser víctimas de acoso físico, mientras que las niñas suelen sufrir acoso psicológico.

Más que un incidente aislado, el acoso es un patrón de comportamiento. Los niños que acosan a otros suelen tener a un estatus social más alto o una posición de poder, es el caso de niños que son más grandes o fuertes o considerados “populares”.

Los niños más vulnerables se enfrentan a un riesgo mayor de ser víctimas de acoso. Normalmente, se trata de niños de comunidades marginadas o de familias pobres, niños con identidad de género distinta, con discapacidades, migrantes o refugiados.

El acoso puede darse en persona o en línea. El ciberacoso suele producirse a través de las redes sociales, mensajes de texto, SMS, mensajería instantánea, correo electrónico o cualquier otra plataforma que utilicen los niños. Dado que los padres no siempre saben lo que hacen sus hijos en esas plataformas, puede resultar difícil identificar cuándo el niño tiene un problema.

¿Por qué debo intervenir si mi hijo es víctima de acoso?

El acoso puede tener consecuencias perjudiciales y duraderas para los niños. Además de efectos físicos, el acoso puede ocasionar problemas emocionales y de salud mental, como depresión o ansiedad, que pueden derivar en el abuso de sustancias o empeorar el rendimiento en la escuela. A diferencia del acoso en persona, el ciberacoso puede llegar a la víctima en cualquier lugar y en cualquier momento. Puede producir daños graves, ya que puede afectar muy rápido a mucha gente y dejar una huella permanente en línea para todos los involucrados.

Tu hijo tiene derecho a vivir en un entorno escolar seguro y enriquecedor en el que se respete su dignidad. La Convención sobre los Derechos del Niño subraya que todos los niños tienen derecho a una educación y a estar protegidos contra todas las formas de violencia física o mental, lesiones o abusos. El acoso no es una excepción.

 

El primer paso es la prevención

 

¿Cómo puedo ayudar a prevenir el acoso en la escuela de mi hijo?

El primer paso para mantener a tu hijo a salvo, ya sea en  línea o en el mundo real, consiste en asegurarte de que conoce el problema.

1. Explícale qué es el acoso

Cuando sepa lo que es, tu hijo podrá identificarlo más fácilmente, ya sea que les esté sucediendo a ellos o a alguien más.

2. Háblale abiertamente y con frecuencia

Cuanto más le hables a tu hijo sobre el tema, más cómodo se sentirá para contarte si ha sido testigo o víctima. Pregúntale a diario por la escuela y por su actividad en línea, interésate por sus clases y actividades pero también por sus sentimientos.

3. Enséñale a ser un ejemplo positivo para los demás

En el acoso hay tres partes: la víctima, el perpetrador y el testigo. Aunque un niño no sea víctima de acoso, sí puede evitar que ocurra siendo inclusivo y comportándose de manera respetuosa y amable con sus compañeros. Si presencia un caso de acoso, puede defender a la víctima, ofrecerle ayuda y/o cuestionar ese comportamiento.

4. Ayuda a tu hijo a confiar en sí mismo

Anima a tu hijo a inscribirse en clases o participar en las actividades de la comunidad que más le gusten. Esto le ayudará a ganar confianza en sí mismo y a hacer un grupo de amigos con intereses comunes.

5. Sé un modelo a seguir

Muéstrale a tu hijo cómo tratar a los demás niños y adultos con amabilidad y respeto haciendo lo mismo con la gente que lo rodea, incluso hablando cuando otros están siendo maltratados. Los niños consideran a sus padres ejemplos de cómo comportarse, también con lo que publican en Internet.

6. Forma parte de su experiencia en línea

Familiarízate con las plataformas que usa tu hijo, explícale cómo están conectados Internet y el mundo real y adviértele de los distintos peligros a los que se enfrenta en la red.

No sé si mi hijo es víctima de acoso. ¿Qué señales debo tener en cuenta?

Obsérvalo de cerca. Fíjate en el estado de ánimo de tu hijo, ya que es posible que algunos no expresen sus preocupaciones verbalmente. Los signos a tener en cuenta incluyen:

  • Marcas físicas, como moretones inexplicables, arañazos, huesos rotos o heridas.
  • Miedo de ir a la escuela o de participar en eventos escolares.
  • Ansiedad, nervios o estado de alerta.
  • Tiene pocos amigos en la escuela o fuera de ella.
  • Pierde amigos de repente o evita situaciones sociales.
  • Su ropa, dispositivos electrónicos u otras pertenencias personales se pierden o aparecen rotos.
  • Pide dinero con frecuencia.
  • Empeora su rendimiento académico.
  • Falta a la escuela o llama desde allí para irse a casa.
  • Procura estar cerca de adultos.
  • No duerme bien y tiene pesadillas.
  • Se queja de dolor de cabeza, de estómago o de otras molestias físicas.
  • Parece angustiado después de pasar tiempo en Internet o en el móvil (sin una explicación razonable).
  • Se muestra reservado, sobre todo con respecto a su actividad en Internet.
  • Está agresivo o tiene arrebatos de ira.

Habla abiertamente. Habla con tu hijo sobre lo que considera un buen o mal comportamiento en la escuela, en la comunidad y en Internet. Es importante mantener una comunicación abierta para que se sienta cómodo contando lo que pasa en su vida.

La respuesta al acoso

¿Qué hago si mi hijo sufre amenazas o es víctima de acoso?

Si sabes que tu hijo está siendo víctima de acoso, puedes tomar una serie de medidas para ayudarlo:

1. Escucha a tu hijo abierta y tranquilamente

En vez de tratar de encontrar la causa del acoso o resolver el problema, céntrate en hacerle saber que lo escuchas y lo apoyas. Asegúrate de que sepa que no ha sido su culpa.

2. Tranquilízalo

Dile que le crees, que te alegras de que te lo haya contado, que no es su culpa y que harás todo lo posible por ayudarlo.

3. Habla con su profesor o con la escuela

Tu hijo y tú no tienen que enfrentarse solos al acoso. Pregunta en la escuela si cuentan con una política o un código de conducta contra el acoso. Esto puede servir tanto para el acoso en persona como en línea.

4. Apoya a tu hijo

Para tu hijo, contar con el apoyo de su madre o su padre es fundamental para lidiar con los efectos del acoso. Hazle saber que puede hablar contigo en cualquier momento y tranquilízalo asegurándole que todo irá bien.

¿Qué puedo hacer si mi hijo acosa a otros?

Si crees o sabes que tu hijo está acosando a otros niños, es importante recordar que no es inherentemente malo, sino que puede estar tratando de exteriorizar algo. Muchas veces, los niños que perpetran el acoso quieren integrarse, necesitan atención o simplemente están tratando de lidiar con emociones complicadas. En algunos casos, los acosadores son, a su vez, víctimas o testigos de la violencia en su hogar o comunidad. Hay varios pasos que puedes seguir para ayudar a tu hijo a parar con el acoso:

1. Fomenta la comunicación

Entender por qué tu hijo está actuando así te ayudará a saber cómo ayudarlo. ¿Se siente inseguro en la escuela? ¿Está peleando con un amigo o hermano? Si le cuesta explicar su comportamiento, podrías consultar a un orientador, trabajador social o profesional de la salud mental, que están capacitados para trabajar con niños.

2. Trabaja formas sanas de afrontar el problema

Pídele a tu hijo que te explique una situación que lo haya frustrado y ofrécele formas constructivas de reaccionar. Utiliza este ejercicio para pensar en otras situaciones que podrían darse en el futuro y proponer reacciones que no hagan daño. Anima a tu hijo a “ponerse en los zapatos del otro” y a imaginarse qué ha podido sentir la persona que ha sido víctima de acoso. Recuérdale que los comentarios que se hacen en línea también duelen en el mundo real.

3. Obsérvate a ti mismo

Es común que los niños que acosan estén imitando lo que ven en casa. ¿Están expuestos a comportamientos física o emocionalmente dañinos de sus padres o cuidadores? Reflexiona y piensa honestamente en cómo te muestras ante tu hijo.

4. Hazle ver las consecuencias de lo que hace y dale la oportunidad de rectificar

Si descubres que tu hijo ha acosado a otros, es importante mostrarle las consecuencias de forma adecuada y no violenta. Podría ser limitando sus actividades, especialmente las que fomentan el acoso (reuniones sociales o tiempo frente a la pantalla o en redes sociales). Anímalo a disculparse ante sus compañeros y ayúdale a encontrar formas de ser más inclusivo en el futuro.

10 temas para hablar con tus hijos en la cena

 

Las comidas familiares son una oportunidad valiosa para unir, educar y cuidar a los hijos. Cuando trabajo con niños suelo preguntarles por la relación con sus padres y las cosas que les gustarían cambiar. Suelo preguntarles si hablan con sus familias sobre diferentes temas o cómo ha ido el día en el cole, ya que estos problemas son un motivo frecuente de consulta. Algunos niños me han respondido: “Me preguntan si bien o mal… y ya está”. ¿Y durante la comida, de qué hablas? Sigue sorprendiéndome que me respondan que “no comemos juntos, como con mi hermano” o “no hablamos cuando comemos porque vemos la tele”.

Sentados en la mesa podemos vernos cara a cara, durante unos minutos podemos compartir un momento de tranquilidad y plena atención. Quizás no sea posible hacer esto al mediodía, pero probablemente podamos hacerlo, al menos, durante las cenas. ¡No infravalores la importancia de estos momentos familiares! No dejes que el orden, las tareas domésticas o la tele los eclipsen.

Podemos usar estos momentos para iniciar conversaciones que son fundamentales para el bienestar de los hijos. Aquí tienes 10 temas con los que puedes empezar:

1. ¿Qué has hecho durante el recreo hoy?

Esta es una pregunta clave para hacer a los niños en edad escolar. El recreo es el principal entorno social donde pueden desarrollar sus primeras relaciones de amistad. También es el primer entorno social donde pueden sentirse rechazados, aislados o invalidados. Si no hablamos sobre lo que hacen no podremos saber cómo se está relacionando nuestro hijo en la actualidad.

2. ¿Qué ha sido lo mejor del día de hoy? ¿Qué es lo que menos te ha gustado?

Este tipo de preguntas pueden ayudar a los niños a identificar aspectos positivos en el día a día. Muchos niños (y adultos) tienden a hablar de lo que no les gusta, pero no dedican unos minutos a apreciar esas pequeñas cosas que funcionan.

10 temas para hablar con tus hijos en la cena

3. ¿Qué problema has intentado superar hoy?

Nuestro día a día está lleno de retos, especialmente en el colegio. Quizás hemos conseguido salir a la pizarra y resolver bien un ejercicio, hemos leído en voz alta sin equivocarnos o hemos metido canasta en educación física. Compartir y valorar las cosas que conseguimos hacer mejoran la autoestima. Tal vez no hayamos superado el problema, pero saber qué hay cosas que no salen bien es el primer paso para encontrar nuevas soluciones. Quizás alguien de la familia haya pasado por algo similar y haya probado algo distinto.

4. Si pudieras invitar a alguien a cenar, ¿a quién invitarías?

A veces los niños desean pasar más tiempo con algunos miembros de la familia, con los amigos o los propios progenitores. Pero no siempre lo dicen. Los niños son muy conscientes de lo “liados” que están sus padres o sus hermanos mayores y en muchas ocasiones no quieren causar problemas. Esta pregunta te ayudará a saber a quién echa de menos tu hijo o tu hija.

5. ¿Qué opináis sobre [tema de actualidad]?

El divorcio, la hora de llegada, las relaciones con los padres, el futuro, la política o las redes sociales son temas sobre los que los niños reciben información continuamente. Conocer sus opiniones nos dará información sobre: qué saben exactamente (y qué tendremos que aclararles en algún momento), qué preocupaciones tienen sobre estos temas y dónde están obteniendo esta información. Estos temas están relacionados con la crianza y pueden ser fuentes de conflicto. Conocer la opinión de nuestros hijos nos ayudará a enfocar mejor nuestras prácticas de crianza. Hablar con los hijos sobre estos temas nos permitirá además conocer aspectos y habilidades que desconocíamos.

6. ¿Qué te gustaría conseguir este año?

Las metas son la mejor manera de sentirnos satisfechos. Nos ayudan a tener motivación y a esforzarnos. Esta pregunta puede ayudarnos a darnos cuenta de si nuestras expectativas y esfuerzos van en la misma dirección que nuestros hijos. No sería la primera vez que los objetivos de los padres y los hijos son rotundamente diferentes. Si es así, merecerá la pena hablar un poco sobre ellos para decidir cómo combinarlos.

10 temas para hablar con tus hijos en la cena

7. ¿Qué habrías hecho en mi lugar en esta situación?

La empatía y la solución de problemas son competencias claves en la vida cotidiana. No hay mejor manera de practicarlas que hablando sobre situaciones reales. Es probable que los hijos se muestren reticentes ha hablar de sus “situaciones problema” al inicio por lo que será necesario que empecemos nosotros a poner ejemplos.

8. ¿Qué tres cosas cambiarías de tu vida?

A pesar de lo mucho que los padres quieren a sus hijos, en muchas ocasiones no son sensibles a sus necesidades. Esta pregunta nos permitirá conocer que cosas no están funcionando y qué cosas han afectado a sus hijos en los últimos meses.

9. ¿Cuál es tu [profesor, libro, serie, película, amigo, animal, país, …] favorito?

A todas las personas les gusta hablar de las cosas que prefieren. Nos ayudan a mostrar cómo somos y cómo vemos nuestra vida. Nuestras preferencias son claves para que los demás nos conozcan, de manera que no dudes en preguntar a tus hijos qué cosas prefieren.

10. ¿Cuál es la última cosa que has hecho para ayudar a alguien?

La generosidad y el altruismo son muy importantes para muchas familias, pero cómo fomentarlas puede ser complicado. Las cosas de las que hablamos son las que más nos interesan. Si quieres que tus hijos muestren estos valores tenemos que prestar atención a las oportunidades y las situaciones en las que los ponemos en juego.

En resumen, la escucha es mucho más importante que las respuestas que podamos dar. Se trata de obtener información sobre nuestros hijos. El momento de actuar o de dar recomendaciones debe ser otro. No aproveches estos ratos de conversación para hacer el tercer grado. El objetivo es establecer una rutina de comunicación familiar que una a la familia.

La importancia de las fiestas infantiles en el desarrollo de los más pequeños

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Festejar el cumpleaños de tus hijos no solo es hacer una fiesta.  Estamos celebrando un año más de vida (es necesario que los niños sientan y sepan que están creciendo),  y eso constituye un motivo lo suficientemente importante como para estar felices.

Las fiestas de cumpleaños son momentos especiales para nuestros hijos y formarán parte destacada de sus recuerdos en el día de mañana, cuando sean adultos.  En ellas, se sienten los auténticos protagonistas, y el cariño que desprendemos hacia ellos, se convierte en una herramienta valiosísima para fomentar su autoestima.

En los cumpleaños se reúnen los seres queridos de nuestros hijos, y  ellos se sienten bien viendo a su lado a todos sus familiares y amigos. Pasar un bonito rato jugando con ellos, sintiéndose especialmente querido por los suyos, contribuye igualmente a reforzar su autoestima y supone, sin duda alguna, el mejor regalo que puedan tener en ese día.

Los cumpleaños son además una forma de mostrar al niño ciertos valores importantes de la vida: la importancia de la familia y los amigos, el positivismo y la alegría en la vida, la importancia de compartir…

Déjanos ayudarte a hacer de su cumpleaños un día aún más especial.

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7 IDEAS PARA PASAR TIEMPO DE CALIDAD CON TUS HIJOS

Pasar tiempo con nuestros hijos de calidad. El mejor regalo para ellos

Aunque creas que eres el único, muchas madres y padres tienen la sensación de no estar aprovechando el tiempo con sus hijos. Y no… Esto no se cambia simplemente estando más con ellos. Pasar tiempo de calidad con tus hijos no tiene que ver tanto con la cantidad, ¡sino con la calidad! Aunque sueles invertir mucho tiempo al día al recogerles del colegio, ver la tele a su lado o estar junto a ellos en el salón mientras respondes a unos e-mails no son actividades que afecten de manera positiva a vuestra relación.

¿Quieres estrechar el vínculo con tus hijos y disfrutar al máximo el uno del otro? Presta atención a estos consejos para pasar más tiempo de calidad con tus hijos.

¿Qué es el tiempo de calidad?

El tiempo de calidad es aquel que pasamos con nuestros seres queridos, ya sean hijos, pareja o familiares, sin ninguna interrupción. Es decir, son momentos en los que la atención puesta el uno en el otro es recíproca e intensa. Al contrario que el tiempo ordinario, el de calidad no se pierde, sino que se invierte.

El tiempo de calidad con los hijos no está relacionado necesariamente con el ocio. La mera presencia, la compañía o una breve conversación son suficientes para reforzar el vínculo con ellos.

A pesar de la aparente simpleza del concepto, son muchos los padres que comparten la impresión de que no pasan tiempo de calidad con sus hijos. Los teléfonos móviles no ayudan. Tampoco las prisas del día a día. Y mucho peor son los difíciles equilibrios entre la vida laboral y profesional. ¡Lo convierten en misión imposible!

Cómo crear una conexión para pasar tiempo de calidad con los hijos

Antes de entrar a pensar qué actividades o pasatiempos pueden mejorar la calidad de tiempo con los hijos, es importante que analices el cómo. La única forma de conseguirlo será conectando con ellos. Y esto pasa por los siguientes aspectos:

  • Observa lo que les gusta. Y cuando creas que lo has hecho, mira más y mejor. Ya sabes que les encanta jugar a videojuegos o los dibujos animados. Pero, ¿qué es exactamente lo que les atrae? En el caso de los videojuegos, los hay de habilidad, de puntería, otros fantásticos o los hiperrealistas. ¿Y si consigues extraer la esencia y replicarla en otra actividad que podáis compartir?
  • Escucha sus inquietudes. Como madres y padres, es importante prestar atención a lo que nos dice y cómo nos lo dice nuestro hijo. Pasa a escucharle y mirarle a los hijos cuando te habla. Trata de empatizar con él. No siempre llevarán razón, pero sí profundizarás en sus intereses.
  • Comparte tiempo de calidad con tus hijos. El de verdad. Quizás un día le apetece bajar a jugar al parque. ¡No te limites a acompañarle! Participa del ocio a su lado.
  • Pasa tiempo con ellos solos. Si tienes más de un hijo, recuerda que debes fomentar tanto las actividades en familia como el trato personal e individualizado. Tus hijos también necesitan sentir que les prestan plena atención.

Consejos para pasar más tiempo de calidad con los hijos

La única forma de aprovechar el tiempo con tus hijos es escoger cómo lo vas a invertir. Te recomendamos que encuentres esos momentos en los que ambos podáis compartir experiencias memorables que os permitan conectar.

¡Aquí van algunas ideas para pasar más tiempo de calidad con los hijos!

Aprovecha las mañanas para despertarles

Llevas años luchando por conseguir levantarle de la cama, desayunar rápido, asegurarte de que lleva todo en la mochila y salir de casa con prisas para llegar al cole. Tanto tiempo que casi ni te planteas que pueda ser tiempo de calidad. ¿Y si dedicas 5 minutos por la mañana para despertar a tu hijo?

Regálale caricias o unas palabras cariñosas. Incluso le puedes preguntar por aquello que más le apetece del día que se presenta por delante. Aprovecha esos cinco minutos de tiempo de calidad con los hijos para empezar el día con ganas.

Ayúdales con los deberes del colegio

También puedes ofrecerles tu ayuda mientras hacen los deberes. Conseguirás reforzarte como el referente que eres para ellos. Además, es importante que sientan que les animas con las tareas escolares. ¿Cómo? Descubre estos 7 consejos para ayudar a estudiar a tu hijo.

Crea un hábito para jugar

¡Qué mejor premio después de haber terminado las tareas del cole que jugar junto a su madre o padre! ¿Y si estipulas un rato antes de cenar para jugar juntos y pasar un buen momento? Debe ser inamovible para conseguir que se convierta en un hábito.

Para ello, prueba con distintas actividades. Cuando haga buen tiempo, aprovecha para dar un paseo, salir a chutar un balón o montar en bicicleta. ¡Pero el frío no puede ser una excusa! Durante el invierno puedes proponerle hacer un puzzle juntos, pintar unas tazas de cerámica o componer un herbario con hojas de distintas especies de árboles.

Apuntaos a una actividad juntos

Qué mejor forma de pasar tiempo de calidad con los hijos que compartir la afición por una actividad, ¡y practicarla juntos! Una clase de natación, apuntarte a clases de sudokus o probar con un curso de escalada en un rocódromo. Encuentra aquello que os apasione a los dos, y disfrutad de vuestra compañía.

Organiza unas cenas especiales en casa

Los viernes por la noche, ¡toca cena casera y una peli en casa! ¿Por qué no organizas una velada en familia todas las semanas? Podéis pactar la receta que más os apetezca y cocinarla entre todos. Pizza casera de verduras, unas hamburguesas de lo más americanas o unos tacos de atún con guacamole. Busca tiempo de calidad con los hijos haciendo la cena juntos mientras pasas un divertido rato a su lado.

Comenzad un proyecto juntos

Debe ser un proyecto de semanas, ¡o incluso meses! ¿Has descubierto que a tu hijo le encanta la antigua Roma? Proponle montar una maqueta del coliseo romano. ¿Es fan de Star Wars? Construye una nave espacial hecha de lego.

¿Quizás le encantan los animales? Investigad sobre la fauna de vuestra región. Para ello, organiza salidas a la montaña para observar aves, roedores y mamíferos salvajes. Luego podréis componer una bitácora con fotos, huellas y anotaciones de interés.

Organiza divertidas escapadas en familia

Puede tratarse de una escapada de fin de semana a la sierra. Incluso aprovechar un puente festivo para organizar un viaje de aventuras. O unas visitas culturales a las mejores exposiciones de videojuegos, cómics o literatura de ciencia ficción. Planifica una escapada de aquello que más le gusta para sacar tiempo de calidad con los hijos.

La importancia de pasar tiempo con los niños

El objetivo de todos los padres es criar a un niño feliz, bien adaptado, y para ello existen innumerables publicaciones que aportan a los padres todo tipo de información y asesoramiento sobre salud, nutrición, desarrollo infantil, educación y crianza. Sin embargo, una simple verdad es a menudo pasada por alto: los niños desde su nacimiento hasta la edad adulta necesitan tiempo y atención por parte de sus padres.

En ocasiones, los padres se vuelven obsesivos en criar a un niño “exitoso” (lo cargan de multitud de actividades extraescolares) y no se dan cuenta de que lo realmente importante es pasar tiempo interactuando con ellos… La experiencia me demuestra que no hay nada que una más a un padre/madre con su hijo que la risa juntos…sencillamente disfrutar de momentos y experiencias en compañía.

La importancia de este tiempo en familia es múltiple:

1  El niño/a se siente importante y amado.

2  El niño/a tiene la oportunidad de expresar sus pensamientos y sentimientos.

3  El padre/madre y niño/a desarrollan un vínculo mucho más fuerte.

4  El padre/madre puede aprender acerca de las fortalezas y debilidades del niño, con el fin de orientarlo mejor.

Recientemente en Estados Unidos el Departamento de Salud ha desarrollado un programa llamado “Buildings Blocks” (construyendo bloques) que se centra en la importancia de la familia para reducir futuros problemas emocionales, basándose en lo primordial que puede llegar a ser el establecer una buena y sólida relación paterno-filial desde la cuna.

En una sociedad donde el tiempo es oro y donde pasamos mucho tiempo trabajando y consecuentemente nuestros hijos no disfrutan de sus padres lo que deberían y lo que a nosotros nos gustaría, es primordial que nuestro objetivo sea el organizarnos para exprimir el tiempo con ellos.

He aquí algunas sugerencias:

1  Hora de la comida: se puede convertir en un evento en el que los hijos participen en la elección del menú, la preparación de la mesa, la recogida…..debe ser un momento en el que los niños sean alentados a contar sus “cosas”, lo que les interesa y un momento para que sus padres le demuestren interés por lo que les cuenta.

2  Deberes: partiendo de la base de que a los niños hay que enseñarles a ser responsables y aprender que deben hacer los deberes solos, siempre es bueno aprovechar dicho momento para estar cerca de ellos por si necesitan nuestra ayuda y alentándoles en sus logros con refuerzo positivo que incremente su autoestima.

3  Antes de dormir: adquirir el hábito de la lectura, bien contándoles un cuento o bien inculcándoles el que ellos empiecen a hacerlo por sí mismos. Ir juntos a una librería a elegir el próximo libro de cabecera es una actividad paralela al momento de la lectura, realmente emocionante.

4  Fines de semana: ir al teatro, al cine, de compras, al cuentacuentos, asistir a espectáculos itinerantes en nuestra ciudad. Salir a hacer deporte o incluso a lavar el coche puede ser algo tan excitante como divertido.

En resumen, el tiempo de la familia debe ser un momento feliz y agradable. Un momento en el que nuestros hijos se sientan importantes y tan queridos que cuando lleguen a la edad adulta todo esto les haga adquirir una seguridad en sí mismos que será su mejor arma para luchar con la parte más difícil de la vida….la vida misma.

10 datos curiosos sobre la nieve que probablemente te sorprenderán

Una serie de datos sobre este maravilloso fenómeno climático que seguramente desconocías

La nieve es resultado de un fenómeno meteorológico que consiste en la precipitación de pequeños cristales de hielo. Estos pequeños cristales de hielo se pueden agrupar al caer y llegar a la superficie terrestre en forma de copos blancos, los cuales a su vez y en determinadas condiciones de temperatura se agrupan formando una capa sobre la superficie terrestre. Sin embargo, ¿sabías que los copos, y por tanto la nieve, no son blancos? Echa un ojo a estas y otras cuestiones recogidas en estos datos curiosos sobre la nieve, que probablemente te sorprenderán.

1La nieve es un fenómeno climático por el cual pequeños cristales de hielo provenientes de la congelación de partículas de agua en suspensión en la atmósfera acaban precipitándose en la tierra. El vapor de agua experimenta una alta deposición en la atmósfera a una temperatura menor de 0 °C, y posteriormente cae sobre la tierra.

2Los cristales de hielo o nieve pueden tener miles de formas: prismas, placas hexagonales, estrellas… Estos copos generalmente miden poco más de un centímetro, aunque su tamaño y composición puede variar debido a la temperatura del aire.

Copo de nieve tomado con una cámara digital en modo manual y macro.

Copo de nieve tomado con una cámara digital en modo manual y macro.

3 Cada copo de nieve es único. No hay dos iguales, pero siempre tienen seis lados, y cuánto más bajas son las temperaturas, más simples y pequeños se forman los copos.

Cristal de hielo hexagonal, visto desde un microscopio electrónico (artificialmente coloreado para enfatizar el copo)

Cristal de hielo hexagonal, visto desde un microscopio electrónico (artificialmente coloreado para enfatizar el copo)

4 Hasta un 50% de tierra en el hemisferio norte se cubre de nieve a mitad del invierno.

Wikipédia

Wikipédia

5 La nieve no es blanca: en realidad es incolora, transparente. La vemos blanca debido al resultado de la absorción de los rayos del sol por la superficie compleja de los copos de nieve, que se refleja en longitudes de onda que los humanos captamos como blanco.

6 El 80% de toda el agua dulce en la tierra se congela en forma de hielo o nieve. Esto representa el 12% de la superficie de la tierra.

7 La nieve puede resultar dañina debido al alto reflejo de las radiaciones ultravioletas, que pueden dañar nuestra piel e incluso causar «fotoqueratitis» (un tipo de ceguera). Por ello es importante no olvidar utilizar crema protectora y gafas protectoras si vamos a permanecer mucho tiempo en la nieve.

8 Existen tres tipos de precipitación nival:

– la nevada, que es la caída o precipitación de copos de nieve;

– la cellisca, que es una forma de precipitación mixta consistente en aguanieve, es decir, gotas de agua, copos de nieve y nieve parcialmente derretida y

– la cinarra, que es la caída de gránulos de nieve o nieve granular. Se trata de una nieve diminuta, aplanada y opaca en forma de gragea, cuyo diámetro es inferior a 1 milímetro.

9 La ciudad con más nieve del mundo y con una población de más de un millón de personas es Sapporo, Japón, con una caída de nieve anual promedio de 595 cm.

10 El récord mundial de la mayor nevada total de la temporada fue en los Estados Unidos fue en el Monte Baker Ski Area, en las afueras de la ciudad de Bellingham, Washington, durante la temporada 1998-1999, el que recibió 2896 cm de nieve.

‘El duro invierno’, un cuento infantil con valores

Cuento infantil con animales: El duro invierno
‘El duro invierno’, un cuento infantil con valores

Mamá, papá y el pequeño Georgie conejo dormían plácidamente cuando entró el tío Analdas por la madriguera.

– ¡Qué frío hace! ¡Está cayendo lluvia helada!

– ¿Hielo?- preguntó mamá conejo.

– Sí- respondió el tío Analdas- Hay capas de hielo por todas partes.

– Sin duda, este va a ser un duro invierno- asintió papá conejo.

Entonces llegó Willy rata de campo a través de un pequeño túnel que acababa de excavar. Estaba muy excitado.

– ¡Tenéis que ayudarme! ¡Es el señor Muldum! ¡El gato viejo de la familia Folk! Se debió caer en un agujero en la nieve, uno que está cerca del roble viejo, y luego lo cubrió una capa de hielo. Está en mitad de un túnel y no puede salir.

– A ver, tranquilízate- dijo entonces papá conejo- Empecemos por el principio… si le has visto, no se ha perdido. Querrás decir que está atrapado. Pero, ¿qué podemos hacer nosotros?

– Está hambriento, y aunque nunca me hizo nada, no me acerqué demasiado por si acaso- respondió Willy rata de campo.

– ¡Seguro que Zorrita tiene algo de carne guardada! Ella es muy previsora- dijo entonces Georgie.

El duro invierno: cómo ayudar al gato de los Folk

– ¡Claro! Puedo ir con alguno de mis primos a su madriguera. Conozco todos los túneles cavados y hay uno cerca de donde vive un tío mío que no queda muy lejos de la casa de Zorrita- propuso Willy.

– Pero tenéis que tener cuidado y ser muy persuasivos– dijo mamá conejo- Y decidle que estaremos muy agradecidos si nos da algo de carne para el gato de los Folk.

– Sí, descuida, lo haremos.

Y diciendo esto, Willy rata de campo se alejó por el mismo túnel por el que había llegado. Un rato largo después, regresó acompañado de sus tres primos.

– ¡Lo logramos!– dijo eufórico. Traían unos buenos trozos de carne.

– ¿Fue fácil? ¿Os acordasteis de darle las gracias?

– Buenooo… no hizo falta. ¡Estaba dormida!- dijo Willy.

– Está bien, llevadle la comida al señor Muldum, pero tened cuidado.

Las ratas se alejaron corriendo y no tardaron mucho en regresar.

– ¡Le ha gustado!- dijo muy contento Willy- Aunque me imagino que se habrá quedado con algo de hambre.

El duro invierno cambió el paisaje

Al día siguiente, Georgie se despertó por un extraño sonido de arañazos. Entonces descubrió que su padre y tío Analdas habían excavado un túnel en la nieve.

Corrió hasta donde estaban ellos. Una espesa capa de hielo cubría la salida.

– Tenemos que romper el hielo- dijo papá conejo.

Y todos comenzaron a arañar y a roer el hielo con rapidez. Estaba duro y muy frío. Pero después de un largo rato de esfuerzo y duro trabajo, Georgie se subió a la espalda de su padre y consiguió derribar lo que quedaba de hielo con las patas.

Salió disparado y cayó sobre otra capa dura de hielo. Le sorprendió mucho el paisaje. ¡Todo estaba tan cambiado! Muchas de las ramas de los árboles se había roto por el peso de la nieve y el hielo y los matorrales estaban congelados.

Solo al fondo del todo, en el pequeño bosque de pinos, parecía que aún quedaba algo de hierba entre la nieve. También vio a la familia Folk, que intentaban deshacer el hielo de la entrada de su granja con unas palas.

– ¡Tenemos que ver dónde está el señor Muldum!- dijo Georgie a su padre y su tío.

Así que fueron corriendo hasta el viejo roble. Un poco más allá, localizaron la capa de hielo bajo la que estaba el gato de la familia Folk. Le escucharon maullar, pero el hielo era duro y no podía romperlo.

– Necesitamos ayuda- dijo el pequeño Georgie- ¡Ya lo tengo! ¡El señor Ciervo! ¡Está donde el pinar, comiendo hierba!

La ayuda del señor ciervo

Un cuento infantil lleno de aventuras: El duro invierno
El señor ciervo ayuda a los conejos a liberar a Muldum

– No sé si querrá ayudarnos- dijo el tío Analdas- Tal vez no se arriesgue a venir hasta aquí…

– Intentaré ser persuasivo, como siempre dice mamá- dijo Georgie.

No tardó nada en llegar hasta el señor Ciervo, a pesar de que se iba escurriendo por el camino y a menudo terminaba resbalando en alguna placa de hielo.

– Buenos días, señor Ciervo, ¿qué tal estás?- dijo muy educado Georgie.

– Oh, muy bien, gracias, Georgie. ¿Cómo va tu familia? Este invierno es muy duro…

– Sí que lo es, sí. Hemos tenido que romper una capa de hielo para poder salir de la madriguera… y tenemos a un amigo atrapado en un túnel. Se trata del señor Muldum, el gato de los Folk… Me preguntaba si tú podrías ayudarnos. Con tus duras pezuñas, seguro que puedes terminar de romper el hielo.

– Oh, sí que podría romperlo, claro… pero el hielo me daña los tobillos. Y tengo miedo de resbalar y romperme una pata… Aún así, la familia Folk es muy amable, y siempre nos tratan muy bien. Me apetece ayudarles.

– ¡Fantástico!- dijo Georgie excitado.

El duro invierno: La liberación de Muldum

Es cierto que el señor Ciervo tuvo dificultades para llegar hasta donde estaba encerrado Muldum. Caminaba muy despacio por el hielo, y aún así a veces sus patas quedaban dañadas por el hielo.

El hijo de la familia Folk, Tim , llevaba un rato fijándose en los animales.

– Vaya… ¿qué harán esos conejos tanto tiempo al lado del viejo roble? ¿Y ese ciervo que se acerca a ellos? No podía dejar de mirarlos.

Al llegar hasta el agujero cubierto por el hielo, el señor Ciervo lo golpeó con fuerza y por fin el gato de los Folk pudo salir dando un salto.

Algo asustado, pero muy digno, se alejó despacito, resbalando por el hielo, hasta que llegó hasta donde estaban los Folk. La señora Folk lo vio junto a ella y lo abrazó para después meterse en casa.

– ¡Muchas gracias, señor Ciervo!- dijeron papá conejo, Georgie y tío Analdas.

– No hay de qué- respondió el señor Ciervo, mientras regresaba dolorido al pinar. Tenía todas las patas arañadas y ensangrentadas.

– ¡No puedo creer lo que he visto!- dijo entonces Tim- ¡Pero lo creo porque lo he visto!

El pequeño de los Folk se acercó hasta el lugar en donde había estado encerrado su gato. Vio el hielo arrancado por el Ciervo, las huellas de los animales…

– ¡Es increíble!- dijo entonces Tim-. El ciervo se merece una recompensa…

Y diciendo esto, fue hasta su casa y regresó con un enorme saco de heno. Llegó hasta el pinar en donde estaba el ciervo y esparció allí todo el alimento.

Qué valores puedes trabajar con el cuento ‘El duro invierno’

Utiliza este precioso cuento de animales, ‘El duro invierno’, para hablar con los niños de todos estos valores esenciales:

  • La empatía.
  • El valor de la cooperación.
  • La solidaridad.
  • El valor de la gratitud.
  • La resolución de problemas.

Reflexiones sobre el cuento ‘El duro invierno’ para niños

Este cuento, ‘El duro invierno’, nos recuerda que la solidaridad obtiene recompensas. Recuerda que el bien se suele pagar con bien:

  • Todo lo que das te será devuelto: Si te fijas, la historia de esta familia de conejos en ‘El duro invierno’, se centra en la necesidad de ayudar a un gato por el que no sienten demasiada simpatía pero que pertenece a una familia a la que adoran. Y sienten que ayudando a su gato, la ayudarán a ella. No buscan ninguna recompensa, solo ayudar a liberar al gato de los Folk. Esto es solidaridad.
  • Una rata que ayuda a un gato: Seguramente te habrá extrañado que unas ratas se presten a ayudar a un gato. Pero son las primeras que sienten empatía por el animal, al verle atrapado bajo el hielo durante el duro invierno. Y en lugar de prejuzgar y sentir miedo, deciden ayudarle porque él nunca les hizo daño. Y son capaces de arriesgarse en ir hasta la madriguera de la zorra para conseguir alimento. Todo un gesto de valentía y cooperación.

«Todo lo que das… te será devuelto»

(Reflexiones sobre el cuento ‘El duro invierno’)

Más reflexiones sobre el cuento ‘El duro invierno’

  • La solidaridad recompensada: En realidad el destinatario final de tanta muestra de solidaridad en medio de las dificultades en este cuento del duro invierno era la familia Folk. Y al final el joven de la familia se da cuenta de la ayuda de los animales del bosque. No duda en recompensarla, al sentir una gran gratitud, y les regala un saco repleto de comida, consciente de que ese invierno para ellos sería muy duro.
  • No rendirse ante los problemas: ¿Crees que la familia de conejos del cuento ‘El duro invierno’ se rindió al ver la capa de hielo en la entrada de su madriguera? No. Buscaron la forma de salir del agujero. Y no lo consiguió un solo conejo, sino todos juntos. La cooperación es esencial para conseguir un objetivo complejo. La unión hace la fuerza.